lunes, 7 de diciembre de 2009

Reconstruyen en Valencia el cráneo de un niño con injertos de sus costillas

El trabajo sobre la zona afectada se ha llevado a cabo con técnicas de microcirugía vascular

El equipo del cirujano Pedro Cavadas ha reconstruido, con injertos de sus propias costillas, el cráneo de Josué, un niño salvadoreño de cinco años al que una grave quemadura se lo deformó cuando era un bebé y que le afectó también a su oreja y mano izquierda. La malformación obligaba a que el pequeño tuviera que llevar en todo momento un casco hasta la intervención realizada esta misma semana en la Clínica El Consuelo de Valencia.
El propio Cavadas explicó que la reconstrucción ósea de la zona afectada del cráneo, llevada a cabo con técnicas de microcirugía vascular, se ha realizado con injertos extraídos de las propias costillas del pequeño. El médico comentó que "no es una cirugía que se haga por primera vez ni mucho menos" en España, pero constató su dificultad y "riesgos", sobre todo porque "tenía un injerto de piel justo encima del cerebro y no era fácil separarlo". "Si la evolución es favorable, se prevé que en una semana o 10 días se reconstruya la oreja y la mano, algo "más sencillo", apuntó el doctor.
El Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros por la Paz, que ha mediado para que esta intervención pudiera realizarse y responsable del menor, resaltó que el éxito de la operación es "una muy buena noticia". "Está lleno de vida", confirmó. El pequeño está en una casa de acogida porque su familia no ha podido venir de El Salvador, explicó el Padre Ángel, que agradeció la labor del equipo médico y la colaboración de la sanidad de la Comunitat Valenciana, al igual que al resto de comunidades que financian operaciones de menores de diversos lugares del mundo como Gaza o Irak. Al respecto, relató que el pequeño había visitado varios médicos, pero que el menor recuperó "la esperanza" cuando el doctor Cavadas "le dijo que tenía arreglo".
Por otra parte, Cavadas comentó que el primer trasplantado de cara del mundo que incluye la lengua y la mandíbula inferior, incluido el hueso maxilar, se encuentra en muy buen estado. "Está maravilloso, muy bien y muy contento", resaltó. El paciente, que fue intervenido en La Fe el pasado mes de agosto, ya ha comenzado la rehabilitación de la mandíbula, aunque el cirujano insistió en que el postoperatorio durará un año. "Cuando digo que está muy bien, es que está bien para haber sido intervenido hace tres meses", aclaró el doctor.

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